My name is María Elena Hernández Bolívar, I’m 55 years old and I live in Santa Cruz de Tenerife, Spain, a place in a magical environment where my life goes by, and where I generate the passion that inspires me to face the challenges of a totally globalized world. I started my fifty years unemployed, after having been an enterprising woman in different sectors. In this situation, I am looking for a way to stay firm and optimistic, to be able to face a reality that is almost invisible, and that is affecting a large part of the population

During this period of inactivity, I have had the time to find myself, to know other skills, to reinvent myself and to dream of a modern and dignified aging, with real and fair opportunities. In this search, I found the Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz de Tenerife, an institution that is providing me labor advice to improve my employability. This is how I participated in the Age Factor Project, an experience that became a great opportunity for me at large scales. I feel grateful and proud to have lived the experience.

Related with the Age Factor path, I attest that it has been very complete and precise, which has allowed me to improve the management of new technologies, making a conscious and correct use of them. In this sense, I think they’re fundamental competences, because this technological revolution has come to stay, and will be the way to manage and reconcile our lives.

From all the acquired competences, I could mention that, we’ve learned how to manage professional profiles in social networks, taking care of our image and security. We’ve detected the contents of risks and threats. We’ve reflected on how to be responsible and respectful in the use of social networks. We’ve created digital content in video format and we’ve learnt about the digital rights of people. All this knowledge we’ve received through magnificent talks, offered by excellent professionals in each of the skills, complementing the knowledge, with online jobs.

Once the course is over, I have been able to change my vision in the search for new opportunities, since I believe that by training adults in digital technologies, we can find new business niches, producing ideas of products and services that are demanded by this collective. A challenge to improve the lives of people.

Finally, I want to talk about the human part, which has been a fantastic connection. The tutors of the Sociedad de Desarrollo and the Project coleagues shared different experiences, contributing the best of each one, and I realized that the group is focused on the same objective and with a clear vision of the future.

I’d like that this project could spread out and that we could share experiences with people of other countries, in this way, the objectives would be strengthened and we would make technology a world for all.

Thank you very much.


Mi nombre es María Elena Hernández Bolívar, tengo 55 años y vivo en Santa Cruz de Tenerife, España, un lugar en un entorno mágico en donde transcurre mi vida, y donde genero la pasión que me inspira a enfrentar los desafíos de un mundo totalmente globalizado. Inicié mis cincuenta años desempleada, después de haber sido una mujer emprendedora en diferentes sectores. Ante esta situación, estoy buscando un modo de mantenerme firme y optimista, para poder hacer frente a una realidad que es casi invisible, y que nos está afectando a una gran parte de la población.

Durante este lapso de inactividad laboral, he podido tener el tiempo de encontrarme conmigo misma, de conocer otras capacidades, de reinventarme y de soñar con un envejecimiento moderno y digno, con oportunidades reales y justas. Esta búsqueda fue mi contacto con la Sociedad de desarrollo de Santa Cruz de Tenerife, institución que me está brindando asesoría laboral, para mejorar mi empleabilidad. De este modo es como participé en el Proyecto Age Factor, una experiencia que se convirtió en una gran oportunidad para mí a grandes escalas. Me siento agradecida y orgullosa de haber vivido la experiencia.

En cuanto a el itinerario, doy fe de que ha sido muy completo y preciso, lo que me ha permitido perfeccionar el manejo de nuevas tecnologías, haciendo un uso consiente y correcto de las mismas. En este sentido, opino que son competencias fundamentales, porque esta revolución tecnológica ha llegado para quedarse, y será la forma de gestionar y conciliar nuestra vida.

De todas las competencias adquiridas, podría mencionar que, hemos aprendido a gestionar perfiles profesionales en las redes sociales, cuidando nuestra imagen y seguridad. Detectamos los contenidos de riesgos y amenazas. Reflexionamos en cuanto a cómo ser responsables y respetuosos en el uso las redes sociales. Creamos contenidos digitales en formato de video y aprendimos acerca de los derechos digitales de las personas.

Todos estos conocimientos los recibimos a través de magnificas charlas, ofrecidas por excelentes profesionales en cada una de las competencias, complementando los conocimientos, con trabajos online. Una vez concluido el curso, he podido cambiar mi visión en la búsqueda de nuevas oportunidades, ya que creo quecapacitando a las personas adultas en las tecnologías digitales, podemos encontrar nuevos nichos de negocio, produciendo ideas de productos y servicios que sean demandados por este colectivo. Todo un desafío para mejorar la vida de las personas.

No puedo dejar de referirme a la parte humana, que ha sido una conexión fantástica. Los tutores y los compañeros compartimos vivencias distintas, aportando lo mejor de cada uno, y me di cuenta de que el grupo está enfocado en un mismo objetivo y con una clara visión de futuro.

Me gustaría que este proyecto pudiera seguir expandiéndose y que pudiéramos compartir experiencias con las vivencias de los otros países, de este modo se fortalecerían los objetivos y haríamos de la tecnología un mundo para todos.

Muchas gracias.